En el siglo VI antes de cristo nace en la India la doctrina filosófica y religiosa del Budismo inspirada por Buda Gautama. Esta es una religión nástika, un término utilizado para clasificar las religiones hindús en creyentes (ástika) y no creyentes (nástika).
El budismo no cree en la existencia de un ser divino o un dios, sino que su fundamento se basa en la energía o balance universal. El karma rige el universo y consta de las acciones intencionales de cada una de las personas. Según la intención de una acción se puede clasificar en buena o mala. Esto no toma en cuenta las acciones de reflejo que caen dentro de la clasificación de karma neutral.
Según las acciones que realicemos, el karma tiene cuatro tipos de aspectos para las personas vinculando lo que realiza con su consecuencia. El bienhechor con destino al cielo, el bienhechor con destino al infierno, el malhechor con destino al cielo y el malhechor con destino al infierno. El cielo y el infierno a los que se refieren en el Budismo no trata del destino después de la muerte, sino al estado en la vida en el que se encuentra una persona, como felicidad y tristeza.
El Dharma es una palabra en sánscrito que se refiere a aquello que mantiene el fundamento o la base. El Dharma del Budismo son las cuatro nobles verdades que dictaminan como una persona puede alcanzar la felicidad y se basa en el entendimiento de la vida.
El Duhkha. Este es el primer principio para entender la vida, nos habla que la vida contiene dentro todos sus aspectos el sufrimiento. Toda acción realizada alguna vez en la vida, desde el nacimiento hasta la muerte, es sufrimiento. Cualquier elemento de nuestra persona lleva de alguna u otra forma al sufrimiento comenzando con la satisfacción.
El segundo principio es el origen del sufrimiento, “el trsna”. La naturaleza humana de alcanzar la satisfacción nace por el Duhkha, es decir, es consecuencia de que la vida se encuentra siempre en sufrimiento, por eso el alcanzar la satisfacción o dejar de sufrir es el objetivo de todos. Pero incluso esto llega a generar más sufrimientos, pues estamos insatisfechos estando en contacto con el sufrimiento y encontrar la felicidad pero no alcanzar ocasiona aún más sufrimiento.
Extinguir el sufrimiento. Cuando se logra entender de dónde es que surge el sufrimiento, podemos extinguirlo de nuestras vidas. Erradicar la insatisfacción dentro de nosotros consta en que bloqueemos el camino del que proviene la desesperación, los deseos y los anhelos; ya que al igual que el proverbio, solo se puede eliminar un problema si se arranca la raíz.
Por último, el cuarto principio, o la cuarta noble verdad del budismo es el método para destruir el sufrimiento. Para poder alcanzar la felicidad o el estado kármico con el universo, el budismo nos da las herramientas de la meditación, la atención y la plena consciencia del presente para aplicarlas a nuestra vida día a día. Una labor que se debe practicar en todo momento pues en cualquier momento puede resurgir el deseo y con él el sufrimiento.
