La casa astrológica sexta es la ultima casa de las consideradas en la astrología clásica como personales, representa el refinamiento de la personalidad individual, mediante el trabajo, el servicio, la humildad y la atención de la vida cotidiana y el cuerpo físico. Representa el área de nuestra vida en que se analiza y se clasifica lo que somos y se discrimina lo que ya no es de utilidad en el largo proceso de individualización de cada persona, es el lugar de la autocritica por excelencia, donde el ser afina su percepción para comenzar el proceso de socialización a partir de un autoconocimiento más acertado
La séptima casa astrológica significa el comienzo en el propio proceso de crecimiento, de entender que no existen elementos, ni individualidades aisladas. Cuando llegamos al descendente, el punto más occidental de la carta, es como llegar bruscamente a una esquina donde nos encaminamos nuevamente al punto donde todo empezó, en estas primeras seis casas hemos perdido el sentido de unidad con la vida por una necesidad de saber quiénes somos, en la casa astrológica séptima, iniciamos el largo proceso de darnos cuenta de que somos parte de un todo en el cual tomamos parte, subordinados al conjunto
El descendente y la casa astrológica siete significan el primer punto de conciencia de los otros
Los planetas y signos que ocupan la casa astrológica séptima describen nuestra manera de encarar las relaciones y qué tipo de valores buscamos en nuestras parejas. Denotan la clase de actividades que nos dan las experiencias que necesitamos para comprender la significación de los otros
